Un festín para la vista: Suntuosos bodegones

March 8–December 1, 2024

Un festín para la vista te invita a disfrutar con exuberantes expresiones de belleza, sustento y abundancia que abarcan 150 años.

Severin Roesen (American, b. Prussia, ca. 1815–ca. 1872). Fruit and Watermelon, Wine and Champagne, ca. 1850–70. Oil on canvas. Collection of the Hudson River Museum. Gift of Shelley and Felice Bergman, 2023 (2023.15.1). Photo: Steven Paneccasio.

Los bodegones son aparentemente sencillos. Representan grupos de objetos como su tema principal (flores, comida, bebida y los recipientes que los contienen), pero a menudo están llenos de simbólico significado y ofrecen una nueva forma de ver los objetos cotidianos.

Como categoría de arte, el bodegón tiene su linaje en la Europa del siglo XVII, en particular en la época de los antiguos maestros holandeses, cuyas pinturas de consumibles y comodidades materiales eran muy apreciadas por su clientela. Los artistas no solo mostraban su habilidad para capturar la luz, la sombra y el color de las superficies y formas en sus arreglos, sino que
a menudo incluían objetos y detalles imbuidos de significado simbólico. Por ejemplo, la abundancia de flores cortadas por parte de la naturaleza, que tal vez comenzaban a marchitarse, o los alimentos perecederos, que atraían a los insectos, significaban riqueza, pero también insinuaban mortalidad y decadencia.

En el siglo XIX, muchos artistas americanos, a menudo procedentes de Europa o formados en Europa, se especializaron en bodegones. Entre las primeras pinturas de la exposición, las dos obras magistrales de Severin Roesen demuestran el papel de la naturaleza muerta en la articulación del placer visual y sensual en los bienes de consumo de mediados del siglo XIX en Estados Unidos. A principios del siglo XX, Albert Herter pintó los gladiolos que cultivaba en su jardín, creando la ilusión de tallos cortados dentro de un jarrón de vidrio, que recuerda a las pinturas de flores francesas que habría visto cuando vivía en París.

En reacción a los movimientos artísticos no figurativos populares después de la Segunda Guerra Mundial, muchos pintores en la década de 1970 regresaron al realismo y exploraron la naturaleza muerta. Fotorrealistas como Audrey Flack pintaban directamente a partir de fotos de sus composiciones, esforzándose por crear la apariencia, no de la vida cotidiana, sino de una fotografía. Compartían la fascinación de los primeros bodegones por el juego de luces sobre superficies reflectantes, que ofrecía la oportunidad de mostrar la maestría de su oficio. Jane Wilson se concentró en cambio en una luminosidad pictórica, suavizando los bordes afilados y simplificando las formas.

En general, estos ejemplos de un género consagrado por el tiempo nos piden que consideremos los significados que transmiten los objetos ordinarios y extraordinarios, cuando se ven a través de los ojos agudos y se producen con las manos de artistas de diferentes épocas y sensibilidades.

 

Las exposiciones son posibles gracias a la asistencia proporcionada por el Condado de Westchester.

Los programas de la exposición han sido generosamente patrocinados, en parte, por Shelley y Felice Bergman.

 

Artistas destacados
Adelheid Dietrich • Audrey Flack • George Henry Hall • Albert Herter • Levi Wells Prentice • Severin Roesen • Ben SchonzeitJane Wilson